Dulces valencianos

Antiguamente existía la costumbre de ir al horno tradicional, no solo a comprar diariamente pan y dulces, sino también cocer allí sus propias elaboraciones caseras. Los días de Pascua era un trasiego constante de mujeres con delantales, almendra molida y lebrillos rebosantes tapados con un paño, capaces de alegrar cualquier hogar. Nuestros horneros enseñaban sus trucos a sus clientes, así como ellas también nos obsequiaban con las recetas de sus mejores especialidades y formas de hacer. La oferta de productos que se ofrece en la actualidad, no es más que  el resultado de muchos años siendo el escenario y motor de la cultura gastronómica de un pueblo, donde se han compartido elaboraciones, ingredientes, sabores, formas de hacer. Tradición.

Hoy, un siglo después, la quinta generación de panaderos y pasteleros de El Puente continúa manteniéndose fiel a esas recetas, a ese respeto por lo natural y, en definitiva, a esa manera de entender la vida.

Nuestra cultura como pueblo no se podría entender sin productos como el rollico de anís, la rosquilleta del toro, el pastel de boniato, la torta de chichurritas, los mantecados de yema y canela, los suspiros de almendra, las tortas cristinas, las magdalenas, los rosegones, el panquemao, las tortas de pasas y nueces… Todos, con sus recetas tradicionales e ingredientes cien por cien naturales.