“Como la poesía, el pan es una vocación algo melancólica, cuyo primordial requisito es tiempo libre para el alma. El poeta y el panadero son hermanos en la esencial tarea de alimentar al mundo”
Isabel Allende

 

No debería serlo. No es la primera vez que me enfrento a una revista en blanco, a un artículo que no hay por dónde cogerlo, o a un blog vacío. Pero este me da más vértigo que ninguno.

Me pongo frente al teclado y me bloqueo. Siempre, siempre me viene a la cabeza mi padre, que desde los 10 años no ha hecho otra cosa más que PAN (y panquemados y tortas de pasas y nueces, y ensaimadas…¡y cómo los hace!), de la forma más honesta y entregada que conozco. Pienso en mi madre, con su corazón abierto para todos y para cada reto al que se enfrenta cada día, su bondad, su alegría, su forma de mejorar todo lo que toca.

Sonrío cuando recuerdo a mi abuelo Rafa cuya templanza sólo era capaz de desbordar un Viernes Santo momentos antes de “emprender” el panquemado. Mi abuela Tere…, que nos dejó una Semana Santa con el delantal puesto. Me vienen a la cabeza los días de Pascua, de Navidad, el Torico de Chiva… con todo el mundo por ahí de fiesta y todos en el horno echando el resto, con más trabajo que nunca. La entrega no sólo de los trabajadores que formamos el equipo de El Puente, sino también de sus familiares; su paciencia, su espera, sus no poder hacer planes “porque mi mujer, mi madre o mi novio trabaja en el horno ”.

Me acuerdo mucho de las clientas y clientes que vienen cada día con una historia detrás, con sus alegrías y sus penas, pero con la bolsa de pan para llenar la despensa y el corazón de su familia.

Pienso todo esto y me da un vértigo terrible. Porque temo no estar a la altura, con este humilde blog, de un oficio tan noble como es la panadería.

Sin embargo voy a darme una oportunidad. Voy a dejar el miedo a un lado y voy aunar las dos cosas que siempre me han fascinado: contar historias y contarlas por fin de algo en lo que creo firmemente: el trabajo de panadero y panadera. Prometo, si el tiempo me lo permite, manteneros informados/as de las novedades más destacadas que surjan del sector, hablaros de los diferentes tipos de pan, de fermentaciones y de cereales, ofreceros alguna de nuestras recetas y de resolver cualquier duda que puedan tener en lo que a masas y harinas se refiere.

Quizás no esté a la altura ni como periodista ni como panadera, o quizás sí. El caso es intentarlo.

Fdo. María Teresa Sánchez Margós